Jorge Blanco Villena
En Jorge Blanco Villena
(Madrid, 1966), licenciado en Dirección de Escena y Dramaturgia por la Escuela
de Arte Dramático de Madrid, se han fundido las tareas del director y el autor
teatral, precisamente porque la dirección supone para él un desarrollo de la primera vocación
dramatúrgica.
Su maestro, Antonio Malonda, con el que colaboró estrechamente
durante varios años, ya muestra un excepcional eclecticismo que reúne lo mejor
de Stanislavski, Chéjov, Artaud, Meyerhold y, por supuesto, Brecht, Juvet y Grotowsky.
De toda esta pléyade que gira en torno a las acciones psicofísicas como método
fundamental, Jorge Blanco Villena se ha interesado por aquellas técnicas que
resaltan la inmanencia de los conflictos humanos y la posibilidad presente en
el individuo para resolverlos por sí mismo.
Así, son ideas recurrentes en su
literatura el impulso volitivo constante que condiciona la voluntad de las personas
a la hora de tomar decisiones, el miedo como arma poderosa y barata con la que
unos dominan sobre otros y la vía del amor como la única salvación para la
humanidad.
Ha escrito y dirigido tanto dramas como comedias, pero esta
división no se ajusta totalmente a la realidad, porque si en sus dramas hay
momentos para la diversión, las comedias no están exentas de llamadas a la
responsabilidad ante el conflicto que se conjura sobre las tablas.
Sí hay una
diferencia estilística muy evidente en los dos géneros, puesto que las
tragedias de Blanco Villena reflejan una mayor licencia vanguardista, mientras
que sus comedias se circunscriben a los límites del realismo costumbrista
tradicional. Que el teatro interese y entretenga al público es uno de los
postulados esenciales de este autor, para quien la palabra viva en la boca del
actor es la columna vertebral de la puesta en escena.
Sus personajes apelan
constantemente al alma del espectador, que no puede asistir a la representación
sin tomar partido. Si no se posiciona, no podrá reír ni llorar con ellos y, en
consecuencia, no podrá gozar de la función.
A partir de estos planteamientos han surgido dramas como
"El día en que las hadas dejaron de mirarse en el espejo", "El experimento Romera", "La hija del farero" y comedias como "Dulcinea de los
palos o de cuya carta no quiero acordarme", "¡Que no se entere
la madre abadesa...!" o "Las artes de
Lucrecia"además de los espectáculos infantiles -que actualmente se
representan- “El cuento de Juanita Valiente y el
primo Lolo que es tonto el bolo “ "La visita de los duendes daltónicos" y
“El sueño de Doménico”, cuyo protagonista es El Greco, de quien se
cumple el IV centenario de su muerte, motivo por el que dicha comedia
fue estrenada el pasado 22 de junio de 2013, dentro de los fastos
englobados en "La noche toledana".
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